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OTXARKOAGA PELEA POR UNA VIDA MEJOR EN EL BARRIO. Lucia Aguirre y Jokin Revilla

OTXARKOAGA  PELEA  POR UNA VIDA  MEJOR EN EL BARRIO

Ponernos delante de una cuartilla para escribir sobre OTXARKOAGA nos remueve todo. No podemos comenzar sin recordar a todas las personas que participaron en aquellas peleas y que se nos han ido. Tampoco a quienes estuvieron allí, compartimos lucha y siguen en Otxarkoaga o en cualquier otro sitio. A todas las recordamos con cariño.

Dicho esto, trataremos de reflejar, en cortos flashes aquella aventura:

Corría la década de los 50 y muchas personas llegaban a Bilbao en busca de trabajo y de una nueva vida. Levantaban de noche sus chabolas que poco a poco iban mejorando y convirtiendo en casitas. El dictador Franco hizo un viaje a Bilbao y al ver todas las laderas de los montes que rodean la Villa llenas de chabolas dio la orden de hacer un poblado para que desapareciera ese espectáculo.

Este es el origen del Otxarkoaga. Se construyó en 11meses entre 1960-61. Se hizo en un tiempo récord. Por eso no se hicieron desmontes, sembraron los bloques según la orografía del terreno.

Así llegamos a los años 70, sólo con 10 años de vida el barrio era viejo, y quienes vivíamos en Otxarkoaga estábamos hartas de las humedades, del deterioro de tejados, fachadas, escaleras y ascensores de los “rascacielos”… La Asociación de Familias de Otxarkoaga (AFO) se fundó muy pronto. Cogió el testigo de este descontento y se propuso organizar a todas las personas del barrio y exigir a las instituciones una solución.

Las quejas duraban años e iban cada vez a más. Hay que resaltar que por aquellos años la media de habitantes por piso eran de más de 6 personas. Sí, en pisos TODOS de 45 a 50 metros cuadrados. La AFO desde su nacimiento planteó continuamente las carencias y la urgencia de una verdadera solución.

En 1976 se decidió en asamblea hacer una encerrona en el Ayuntamiento. A las 8 de la mañana nos metimos dentro y nos situamos en el hall del primer piso. Allí estuvimos 6 días, la mayoría mujeres y hombres de más de 50 años. Nos organizamos bien, hacíamos diariamente un comunicado, recibíamos a periodistas y a quien quisiera visitarnos. Comíamos en circulo en la alfombra, con cuidado de no mancharla. Y cuando prohibieron pasar comida tirábamos una cuerda, por la parte de atrás del edificio, y la subíamos por la ventana de un WC.

Teníamos contactos con el alcalde Sr. Berasategui, en su ausencia con el primer teniente de alcalde Sr. Ibinarriaga. El trato por su parte fue bueno, pero insistía que el problema era de quien había hecho el barrio, el Ministerio de la Vivienda. Las encerradas queríamos que el ayunta se mojara, que solicitara una solución al Ministerio.

En esas estábamos cuando el 6º día entró a desalojarnos la policía nacional mientras comíamos. El barrio se enteró de inmediato. Y mientras nos decían que teníamos que salir, nos sacaron arrastras una a una y al llegar a las escaleras estaban ya llenas de personas del barrio gritando consignas. Una persona salía con una manzana, otra con pan…a otra dentro le dio un ataque de nervios y cayó al suelo y se la tuvo que llevar una ambulancia. A otra que le quiso agarrar un policía le espetó: “A mi no me toques. Si yo tengo un hijo que se mete policía lo mato”. Es inenarrable lo que allí pasó, la energía y solidaridad derrochada, pero nos desalojaron.

Subimos en manifestación hasta el barrio y se quedó en hacer asamblea. La Iglesia estaba a rebosar. Contamos lo que habíamos hecho en la encerrona y cómo veíamos la respuesta del ayuntamiento. No hay que olvidar que esto sucedía antes de la elecciones llamadas democráticas, es decir con la última corporación franquista. Prueba de ello era el busto de Franco que presidía el hall. (Pero queremos dejar claro que con las corporaciones “democráticas” no hubiéramos durado tanto tiempo encerradas, como posteriormente se demostró).

Al día siguiente a las 8 de la mañana el mismo grupo estábamos desayunando en el mismo hall del ayuntamiento. Nos sacaron el mismo día sin contemplaciones. Pero eso nos dio más fuerzas.

La conclusión después de la encerrona fue que era imprescindible organizar a todo el barrio. Se decidió que cada portal tenía que tener una  representante, y que también hubiera una de cada bloque. Se llevaron a cabo asambleas en los 113 bloques. Con está organización decidimos invitar a personas de Orcasitas, un polígono de Madrid hecho en la misma época que Otxarkoaga. Nos contaron que habían acordado con el Ministerio hacer algún bloque nuevo de realojo, para después ir tirando bloques y construir nuevos bien hechos.

Todos los bloques tenían información y las asambleas eran muy numerosas. Debido al deterioro de pisos y ascensores se decidió retener la renta, no pasársela a Viviendas Municipales sino retenerla ante notario.

El Ministro Sancho Rof nos concedió una entrevista y allá nos fuimos una delegación de la AFO. El Ministro reconoció que la responsabilidad de dar una solución a Otxarkoaga era del Ministerio.

Visitamos Orcasitas y con toda la información hicimos asambleas por bloques y asambleas generales. Se plantearon varias soluciones:

1ª–Hacer algún bloque de realojo antes de tirar nada. Pasar allí las personas temporalmente mientras durara la construcción de los bloques nuevos, con pisos de diferentes tamaños.

2ª–Combinar las dos soluciones anteriores, realojar y tirar sólo algunos bloques haciendo pisos más grandes, y el resto arreglar.

3ª–Arreglar el barrio y mantener los bloques actuales.

Después de mucho dar vueltas, a pesar de que era realidad lo de Orcasitas de tirar y hacer nuevos bloques con pisos más grandes, pudo el miedo. No olvidemos que los pisos de Otxarkoaga se entregaron en precario, que cada familia tuvo que hacer muchos arreglos, y que luego te digan que tienes que dejarlo para ir a otro piso “que van a hacer”…el miedo es libre.Se decidió arreglar. Se ha ido haciendo en fases, tejados, fachadas, escaleras, ascensores, luego de nuevo fachadas…vamos el cuento de nunca acabar, pues siempre será un barrio viejo y mal hechos por muchos parches que se le pongan.

Con que nos quedamos, con una lucha ejemplar. En la AFO estábamos personas muy diferentes, pero muy unidas en la labor de no sólo mejorar las casas, también las escuelas y fomentamos las APAS de entonces, ahora AMPAS. Potenciamos semanas culturales, reivindicamos el euskara, las fiestas populares y todo lo que supusiera reconocer nuestro barrio y sentirnos orgullosas de el. Creemos que en aquella época esto se logró. Las movilizaciones fueron muy grandes y continuaron siéndolo.

Quienes continuaron en la AFO siguieron potenciando la pelea. Se hizo otra encerrona con el Sr. Castañares de alcalde, pero por lo que tenemos oído ni duró tantos días ni el trato fue tan correcto. La nuestra era una corporación franquista que no nos podía echar en cara que había sido elegida por los votos. Las siguientes, “democráticas”, siempre lo hacen, pues piensan que con votar cada cuatro años ya hacemos suficiente. Luego calladitas, que ellos “los elegidos” saben muy bien lo que hay que hacer y lo que nos conviene. ¡Ellos nunca se equivocan!.

Nos da pena que el barrio, en aquella época, no hubiera sido más valiente y haber optado, por lo menos, por la solución mixta de tirar algunos bloques y arreglar otros. Se hubiera ganado espacio, plazas, y se hubiera hecho desmonte antes de edificar los nuevos bloques, con más capacidad y pisos de diferentes tamaños. Esto hubiera dado más vida. Pero el barrio decidió, con los elementos de decisión que tuvimos entonces, y estuvo bien decidido.

Un abrazo enorme a todas las personas que seguís viviendo en Otxarkoaga.  No es haceros la pelota, sino decir una gran verdad, que lo seguimos considerando nuestro barrio y QUE AQUELLOS AÑOS DE LUCHA FUERON PARA NOSOTRAS UNA AUTENTICA ESCUELA DE PARTICIPACIÓN POPULAR Y DE DEMOCRACIA.

Lucia Aguirre                                                       Joaquín Revilla

Ex presidenta de la AFO                                        Ex secretario

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